miércoles, 5 de mayo de 2010

Raid Pelayo, o lo que uno es capaz de hacer por una espicha

Concretamente en este caso había que correr 3km en patines; unos 50 en bici; 20 tirando por lo bajo corriendo; 7 remando en piragua; meterse en una cueva de barro espesito hasta las rodillas; pelearse con tojos y más tojos; escalar un poquito. Y por si eso fuera poco, tirarse al río Sella desde un puente. Pero ellos son Tronadores y nosotras Inserters, y por una espicha como la de Cangas de Onis somos capaces de eso y mucho más.
Después de curtirnos en orientaventuras y carreras de orientación varias, las Inserters decidimos que el mejor sitio para estrenarnos en un raid de verdad era Asturias, así que allá que nos fuimos, alentadas por Choki, Fer, Carlos, Javi, Miki y compañía.
El raid empezó como nunca antes podíamos haber imaginado: con 700 mails los días anteriores. Que si cómo nos repartimos en los coches, que si quién tiene un neopreno de sobra, que si yo llevo croquetas... vamos, lo de siempre. Y también como siempre, Carlos y yo salimos de El Boalo dos horas más tarde de lo previsto y con el coche cargado como marroquíes a punto de cruzar el Estrecho.
Viernes 23.00h. Llegamos (tarde) al brieffing. Pero a tiempo de enterarnos de que a) la etapa de patines NO se puede hacer con skate; b) la prueba de piragua NO se puede hacer con tu piragua pero sí llevar un patito de goma; c) Al acabar la piragua hay que tirarse al río desde un puente, y se puede hacer o a lo bruto o rapelando y luego saltando. Me tranquiliza Jonay cuando explica que no nos preocupemos, que el Sella va justito de agua pero justo en el sitio donde hay que saltar "cubre de sobra". Nosotras, que somos novatas, empezamos a entender por qué los chicos prefieren ir en élite que en aventura: repartirse las etapas requiere una planificación que ni los cuadrantes de guardias de un hospital. Irene no quiere nadar; yo no quiero (mucha) bici; MariÁngeles no quiere escalar ni patinar; yo pido patines y cueva, y remar no me importa; Irene quiere mucha bici; y con todo eso conseguimos más o menos apañarnos.
Viernes 23.30h. Acaba el brieffing y estamos muertos de hambre. El capi Choki decide que hay que hidratarse y nutrirse bien antes de la carrera, así que nos vamos a una sidrería a ponernos ciegos de sidra, chorizo, morcilla y calamares.
Sábado 01.30 am. Llegamos (con varios litros de sidra y otros cuantos de aceite en el estómago) a la casa de la familia de Bea, que nos ha cedido el pedazo de chozo para el contubernio tronaitor. En el estado en el que estamos, intentar preparar el material para la mañana ni se plantea. Nos va a tocar madrugar. Mucho.
Sábado 7.00 am. Once adultos (cuatro de ellos tronadores) y un bebé en la casa, pillar baño antes de salir ya es la primera etapa del raid. Carlos ha traído su cafetera, así que arramplamos con cafelito rico, magdalenas y bollitos y salimos pitando para Ribadesella.

Sábado 8.30 am. Nos encontramos con el segundo bloque Tronador-Tierra Trágame, que duerme en un camping, y nos equipamos para la vida moderna: los patines. Choki pierde toda su dignidad y parece Chiquito de la Calzada. Carlos y Miki parecen los madelman patinadores. Irene y yo ideales de la muerte, especialmente yo con mis patines de artístico con cordones rosas, ¡faltaría más!
Primera etapa. Patines
. 3 km por el paseo marítimo de Ribadesella, y gente con pinta de correr muuucho. El clan Tronador trata de unificar estrategia: le damos todos la tarjeta de control a César y que salga pitando y nos pique a todos. Pero no cuela, así que nos ponemos en la línea de salida el Tronador oficial (Choki, Rubén y César), el Tronador Solera (Carlos, Miki y Javi), el Tierra Trágame (Mac y MariCarmen) y las Inserters (Irene y yo) y salimos escopetados, unos con mejor suerte que otros. A nosotras se nos da bastante bien la cosa y no se nos ha caído nadie por el camino, así que la cosa empieza bien.
Segunda etapa. BTT. Irene y MariÁngeles aprovechan que hemos ido ligeritas en los patines y salen pitando cuesta arriba. Salimos incluso antes que el capi!! Mientras ellan pedalean, MariCarmen, Eli, Bea y yo ejercemos de asistencias primorosas y preparamos sandwiches y barritas como para una boda. Y más o menos en el tiempo previsto, o incluso en menos, van llegando todos. Primero Miki, Carlos y Javi, que llegan casi a la vez que los portugueses y quemando rueda. Choqui, Rubén y César muy poquito después, mientras que Juanma y Mac tardan algo más por culpa de una baliza que se despistaron. Mis chicas llegan como unas campeonas, a pesar de que Irene se ha dejado media rodilla en una de las cuestas.
Tercera etapa. Trekking + espeleo. Salimos MariÁngeles y yo a buen ritmillo con los ánimos que da saber que por culpa de la niebla han anulado una baliza que estaba más o menos en casa de Dios. Sí, sí, será un sitio muy bonito, pero muy pero que muy arriba. Trotando entre los tojos y las zarzas llegamos a la cueva... Bueno, cueva lo que se dice cueva... dejémoslo en una galería que te obligaba a caminar como el hombre de Atapuerca metiendote en barro espesito hasta los tobillos. Seguimos el trekking por un camino precioso, pero con unas cuestas de morirse que no se acababan nunca. Por lo menos fuimos muy dignas y no sólo no nos adelantó nadie sino que arriba del todo, después de la baliza de la casa y en el cresterío, adelantamos a un equipo :-)
Cuarta etapa. Orientación específica. Irene es dura como la cabeza de Carlitos. Tiene la rodilla echa un cisco y anda medio coja, pero se come la orientación específica conmigo. No hay tojo ni baliza que se nos resista. Además, mientras nosotras hacíamos el trekking ella ha colado dos monedicas en el juego de la rana. Empezamos a sonreir, no sólo no vamos a quedar últimas sino que vamos a poder hacer todas las etapas... y muy dignas :-)
Quinta etapa. BTT + Escalada. Hemos cambiado a última hora de planes y lo hacen Irene y MariÁngeles, que se divierten como enanas y hasta consiguen 30 punticos extra con un quinto que supo a gloria.
Sexta etapa. Piragua + salto desde el puente. La organización nos ha buscado un sitio perfecto para la transición: un parque con cesped a la orilla del río en Arriondas. Para los que todavía piensan que el neopreno es una prenda de vestir erótica recomiendo ver a unos cuantos mocetones intentar embutirse en un traje de goma lo más rápido posile. Que se lo digan a MariCarmen y sus Pancetas Team. Yo aprovecho que tengo tiempo, mientras llegan mis chicas de la bici, me visto con calma y disfruto de unos minutos de relax... hasta que un intrépido raider que había instalado su chiringuito al lado del nuestro me pregunta de sopetón: "¿Culo o cola?". Mi cara de descojone fue casi la misma que la suya cuando se fijó en mis impolutos piececitos con las uñas pintadas y las piernas llenas de barro, arañazos, moratones y marcas de moreno Agromán. Lo de la piragua cada vez me gusta más. Después de descubrir que teníamos que ir "a favor de la corriente, pero a ese lado no, al otro", nos subimos a la barquita esa y descubrimos que las dos somos disléxicas. "A la derecha". "No, a la otra derecha". Creo que es la frase que más dijimos. Pero remar mola. Puedes hablar mientras lo haces, lo que da para marujear muuuucho. Hora y cuarto después de salir de Arriondas y 7 km después llegamos al puente. "Chicas, tenéis que saltar, todos han saltado", nos dice Javi convencido. "Bueno, desde aquí abajo no parece tan alto, si hay que saltar, pues saltamos", dije yo en voz bajita.
Subimos al puente, nos asomamos y acto seguido pedimos el arnés y la cuerda. "Va a saltar Rita", creo que fue lo más coherente que llegué a decir. Así que después de que Miki nos despegara las manos de la barandilla y nos obligara a rapelar y cuando la cuerda se acabó a un par de metros del agua, no quedó más remedio que saltar. Coño, qué fría está el agua del Sella.

Séptima etapa. Hidratación y avituallamiento. Rubén y Bea ejercen de perfectos anfitriones y nos llevan a otra sidrería en la que por 12 euros por barba nos ponemos ciegos de patatas al cabrales
Octava etapa. Rogaine. Como una especie de orientaventura: un mapa con unas 35 balizas que puedes coger las que quieras y en el orden que quieras. Y puedes ir en bici o corriendo. Decidimos que yo doblo y hago la etapa entera, Irene hace la mitad conmigo en bici y MariÁngeles la otra mitad corriendo. Y se conjuntan Venus con Saturno y casi todo lo que podía salir mal, sale. Yo me calzo un guantazo que pa qué nada más salir y los automáticos de la bici están tan apretados que no los puedo usar (o más bien, si meto la zapa no consigo sacarla ni por las buenas ni por las malas). La mitad de las marchas de mi bici deciden no entrar, y el portamapas de Irene se nos cae cada 20 metros. Así que entre eso y que nos atoramos en una baliza, decidimos que nuestra baza es la carrera. Llegamos al punto de control a dejar la bici y me doy cuenta de que... he perdido el mapa de Cangas!!! Nos ha mirado un tuerto, pero McGyver habría sido Inserter si le hubiéramos dejado, así que copiamos a boli un mapa en un papelito y nos lanzamos a la carrera. Y a base de "oye, puedo mirar tu mapa un minuto que he perdido el mio" conseguimos picar todas las balizas del pueblo y hasta una de las afueras que nos habíamos dejado con la bici.


Total, que hemos terminado octavas. Nada mal, teniendo en cuenta que somos el primer y único equipo femenino. Los Tronadores se han dejado la piel y han apurado al máximo, y terminan cuartos en élite. Los Tronador-Solera igual, peleando con los Martínez cada baliza, y terminaron sextos en élite. Y los Tierra Trágame se han quedado a nada de los terceros, en aventura. Así que sudados, felices y contentos nos queda lo mejor del raid: la espicha.
No diré nada, basta con que veáis las fotos y entendáis por qué hay que repetir el año que viene. Sí o sí.

Gracias por el finde y besos a todos, familia :-)

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